Berlinograd: Descubriendo el mundo ruso en la capital Alemana
El término Berlinograd se desprende de “Berlín” y “grad” , una palabra arcaica rusa para “ciudad”. Ejemplos de ello son Kaliningrad o Volgograd.
Un expatriado ruso que vive en Berlín podría llamar «Berlinograd» a su nuevo hogar, sin embargo, Beatrice Grundheber convirtió ese término en una activa comunidad de creativos rusohablantes a través del blog homónimo que comenzó en 2014.
Conocí a Bea por Facebook cuando su blog me apareció como sugerencia. Ella no podía creer que tuviéramos el mismo gusto y dedicación por Rusia, aunque Alemania tiene una historia conjunta más profunda con dicha nación que México. Sin embargo, Berlinograd me pareció el referente perfecto para Arte Alma Rusa MX.
Cuando visité Berlín durante el verano, acordamos reunirnos en uno de sus escenarios favoritos para conversar, el restaurante ruso Datscha Prenzlauer Berg.
De Trier a San Petersburgo
«Crecí en Trier, un pueblo muy pequeño de 100 000 habitantes donde sólo hay bosque. Cuando eres joven quieres irte lejos y ver el mundo, así que visité los EEUU a los 18 años.
Siempre estuve interesada en la gente que fuera diferente de lo que conocía. Cuando volví de Nueva York a terminar la preparatoria, de pronto me vi saliendo mayormente con rusos y árabes, comencé a llevarme mucho más con gente de Polonia, de Rusia o de Albania, me sentía más cómoda con gente que no era de Alemania.
Después de la preparatoria, aunque siempre quise dedicarme a la fotografía, me surgió el interés por los idiomas y otras culturas, así que decidí estudiar la cultura de Medio Oriente o la de Rusia».
Algo decisivo fue lo que le dijera un profesor de Biología, quien se desempeñaba como ingeniero en Arabia Saudita: «me recomendó decidir por los Estudios sobre Rusia, ya que en los países Árabes tendría menor espectro de acción por ser alemana y ser mujer.
Cuando me fui a Rusia comencé a interesarme también en la gente del Cáucaso y las minorías que viven en el territorio ruso. Algo que me gustó cuando viví en San Petersburgo fue que mis amigos, aunque no hablaban alemán ni inglés, me incluyeron en su círculo de amigos como Bechka, y no como ‘la alemana’. Ellos me apreciaron por quien soy, a diferencia de cuando viví en París, EEUU y otros lugares a donde he viajado. Allí la gente siempre apuntaba al hecho de que soy de Alemania».
Bienvenido a Berlinograd
Berlinograd es un término histórico, define el periodo en que la intelligentsia rusa intentó mantener viva su cultura al huir de la Revolución de 1917. Fue la época de mayor densidad de editoriales en Berlín. Fue así desde 1920 hasta 1933, cuando Hitler llegó al poder.
«Yo crecí en la parte más occidental de Alemania, en la frontera con Luxemburgo. Tenía 9 cuando cayó el muro así que no me percaté de la influencia soviética, más allá de los tres supermercados rusos que había en Trier. Pero todo fue distinto cuando me mudé a Berlín, en especial cuando caminé por Karl Marx Alee, mi corazón exploto de felicidad porque sientes que estás en Rusia».
Dar visibilidad y combatir los estereotipos
Ya instalada en Berlín, Bea comenzó con el blog. En un inicio, su propósito era contactar a ruso hablantes a través de la plataforma, algo natural después de tantos años en ese círculo. «Quería encontrar el tipo de amigos que tenía en San Petersburgo, el tipo de pasión que tuve durante mis estudios y viviendo en el extranjero».
Pero Berlinograd le ha dado a Bea mucho más que eso. «No nos enfocamos solamente en los berlineses rusos, sino en los círculos creativos que están construyendo. También incluyo a personas de habla rusa, originarios de otros países, que viven en Berlín».
El blog no tiene tintes políticos, más bien, uno de sus principales propósitos es trabajar contra los estereotipos: «quiero mostrarle a la gente cómo los artistas que se formaron en Rusia tienen éxito en sus mismas carreras al trabajar en Alemania.
Debido al fenotipo similar entre Alemanes y Rusos, es sencillo asumir que todos tus vecinos son locales, pero me parece importante hacerlos visibles.Es importante resaltar la confianza en sí mismos, su fuerte voluntad, su motivación para triunfar, esos son los personajes que quiero mostrar».
Berlinograd es el único blog de su clase en alemán. «Uno de nuestras metas es llegar a ser como el Calvert Journal de Londres, pero por ahora esperamos tener más seguidores, pagarle a nuestros colaboradores y crear algo cada vez mejor».
Los principales lectores son alemanes y rusos, pero también hay estadounidenses, de Ucrania y de algunos otros países europeos, incluso algunos de Brasil. Berlinograd comienza a tener dimensiones globales.
Shashlik veraniego
Berlín es una de las capitales artísticas del mundo, tiene una historia común y profunda con Rusia, así como una población de aproximadamente 20 mil rusos. El trabajo que Bea ha realizado durante estos años se traduce en la participación constante de la comunidad ruso hablante, como colaboradores, protagonistas y espectadores del contenido y los eventos a cargo de Berlinograd.
Una afortunada casualidad fue la posibilidad de asistir al Shashlik que organizó Berlinograd en Vater Bar de Neukölln. Tragos patrocinados por el vodka Russian Standard, platillos y botana otorgados por cada asistente, música y conversación en distintos idiomas caracterizaron esa cálida tarde. Los círculos creativos por parte de la comunidad Rusa en el extranjero son escenarios que vale la pena conocer y agradezco a Bea por su hospitalidad, que recalca y haber aprendido de ellos.
Aquí puedes conocer Berlinograd